Hola. Te escribo desde «H», el séptimo planeta del sistema Trappist-1, situado en la constelación de Acuario… o al menos este es el nombre que les gusta usar a los científicos de la Tierra, desde que nos descubrieran en el año 2016.
El nombre real de esta esfera brillante y magenta que habito es Planet Neon y si me lo permites, me gustaría contarte su historia. Todo un relato de ciencia ficción, sin duda.
Misiones secretas
En 1977, la NASA lanzó al espacio las sondas Voyager 1 y Voyager 2 con la misión de estudiar el sistema solar exterior y conectar con vida extraterrestre.
Ambas contenían «Los Sonidos de la Tierra» un disco de oro con imágenes de vuestro planeta, de los seres que lo habitan, saludos en 55 idiomas y una selección de hora y media de música procedente de distintas partes del mundo.
La misión tuvo tanto éxito, que a finales de los años ochenta se llevó a cabo un nuevo intento con la sonda Voyager 3. En esta ocasión, el disco de oro contenía una larguísima selección de la mejor música y videoclips de aquella década.
Sin embargo, esta vez la aventura duraría muy poco. Minutos después de su lanzamiento, la NASA perdió contacto con la sonda y decidió ocultar su fracaso a la opinión pública.
Lo que la NASA nunca supo es que, aunque estaba programada para alcanzar la estrella más cercana a la Tierra en unos cuarenta mil años, por razones que se desconocen, la sonda se desvió de su órbita para acabar impactando en la superficie de nuestro planeta.
Un descubrimiento extraordinario
Nuestros expertos y científicos lograron recuperar parte de la información del disco de oro y, cuando esta fue del dominio público, el impacto en nuestra sociedad fue extraordinario.
Absorbimos vuestras costumbres, forma de vestir, gustos, pensamiento y sobre todo, vuestro amor por la música, el único arte que consigue que os pongáis de acuerdo en algo.
La conmoción fue tal, que decidimos convertir nuestro planeta, hasta entonces un lugar gris y sin identidad, en una réplica de la Tierra en plena década de los 80, llegando a adoptar un nombre que reflejara la vitalidad y energía que desprendíais en aquellos años.
Así nacía Planet Neon.
Amar y vivir los años 80
La razón de este sitio web, de nuestro podcast, de este post es compartir contigo y con el resto de habitantes de la Tierra la forma en que amamos y vivimos la música de los años ochenta.
Queremos hablaros de los artistas terrícolas que siguen fieles al sonido de entonces y recordar a los increíbles músicos y bandas de aquella década que tanto fascinaron a nuestros antepasados y que dio origen a este fantástico planeta que habito.
Bienvenido a Planet Neon, un planeta dormido en los 80.
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